Alcanzar objetivos es un desafío que la mayoría de las personas tenemos, ya sean objetivos a corto o largo plazo, metas laborales, familiares o personales. Podemos tener miles de ideas sobre qué queremos alcanzar a lo largo de nuestra vida, pero la parte más compleja es cómo comenzar.
Ya te contamos qué son los objetivos SMART y OKRs y cómo ayudan a los equipos de trabajo a la hora de planificar proyectos. Aquí te traemos 5 tips que pueden ayudarte a poner foco en los objetivos que quieras alcanzar, ya sea en tu ámbito laboral o personal.
El primer paso es encontrar tu objetivo: tiene que ser realista, pero no por eso debe ser poco desafiante. Piensa qué objetivos se ajustan a tu estilo de vida, ya que si son muy complejos es probable que sientas frustración o pierdas la motivación.
El segundo paso es llenarte de emociones optimistas: puedes crear una lista o pensar en todo lo positivo que traerá a tu vida cumplir este objetivo. Esto ayudará a aumentar la motivación y sostenerte en los momentos en que esta se encuentre escasa.
El tercer paso es ordenar tus prioridades: ¿a quién no le ha pasado que, al comenzar un nuevo objetivo, quiere realizar todo a la vez? Es importante saber cuál es tu meta principal porque en ella deberás poner la mayor parte de tu esfuerzo y energía.
El cuarto paso es tener paciencia: cuando hablamos de alcanzar objetivos lo primordial es la paciencia, ya que en momentos donde te sientes estancado/a o sientes que no estás avanzando en la dirección que quieres, la paciencia cumple un rol fundamental. Puede ser que las cosas no estén saliendo de la manera que deseas, pero debes seguir luchando por lo que llevas tiempo trabajando.
El quinto paso es dejar de postergar: si ya definiste tu objetivo y ya ordenaste tus prioridades es momento de actuar. “No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”, tienes que dejar de lado los pretextos, confiar en tus capacidades y en el proceso. Es importante que la iniciativa y las ganas partan de ti.
También tienes que saber que habrá días en los que se te hará muy difícil encontrar una fuente que te motive y ahí es cuando comienza la disciplina: cuando no tienes la energía o las ganas suficientes, pero aún sigues adelante con todo lo que te has propuesto.
El camino hacia el alcance de un objetivo implica un proceso largo y que requiere mucho esfuerzo. Por eso, debes aprender de cada etapa y celebrar todos tus logros (grandes o chicos), ya que solamente tú sabes cuánto esfuerzo te ha tomado lograr cada paso.
Nota escrita por Mikaela Ortiz