Si bien hace varios años se viene hablando de la tendencia a la definición de propósito dentro de las empresas en una forma más evolucionada que la simple enunciación de la misión y visión, el COVID-19 ha acelerado fuertemente la necesidad de las organizaciones de comprometerse y accionar no sólo a nivel comercial, sino también en relación a pilares que aporten al desarrollo social, como el cuidado de los recursos naturales, el fin de la pobreza, el aporte en educación entre otros. Ya no basta con tener un negocio rentable, también hay que poder sostener en el tiempo la imagen de la empresa, para atraer clientes y talento.
“Vivimos en un mundo que está en constante cambio. La legitimidad social de las organizaciones ya no está dada solo por su capacidad de generar riqueza, sino que por su capacidad de contribuir a la sociedad. La necesidad de restaurar las confianzas, atraer talentos, captar inversionistas, fidelizar a nuestros clientes, nos demanda una nueva forma de hacer negocios, en la cual el “por qué” de lo que hacemos debe estar explícitamente declarado y el “cómo” lo hacemos debe promover estándares superiores al mero cumplimiento de la ley, para ser sostenibles”, explica el Estudio “Empresas Con Propósito” realizado por PwC Chile.
Otro estudio reciente “Techvision” de Accenture revela que “el 80% de los ejecutivos chilenos revisará su propósito de negocio en los próximos 12 meses”. Esta cifra se alinea con el promedio mundial (84%) y que se produce en un contexto pandémico en el cual la forma en que trabajamos, consumimos y socializamos han cambiado abruptamente.
A su vez, los millennials ya no buscan un trabajo en el que permanecer 35 años y luego retirarse. Son curiosos, quieren descubrir el mundo, trabajar con flexibilidad y, por sobre todas las cosas, quieren encontrar en el lugar de trabajo un propósito compartido.
En Chile, según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el grupo etario entre 25 y 39 años supera los 4 millones de personas en el mercado laboral por sobre la generación X (40-55 años).
Entonces, ¿Cómo podemos replantear el propósito de cara a las nuevas tendencias de sostenibilidad?
Aquí algunas ideas:
Aquí algunos ejemplos:
IKEA -> Crear una mejor vida cotidiana para la mayoría de las personas.
Tesla -> Acelerar la llegada del transporte sostenible a través autos eléctricos de uso masivo, lo antes posible.
Burn To Give -> Inspirar comunidades más saludables al crear una cultura de cambio en el mundo
Mibucle -> Ayudar a las personas a conseguir un trabajo que los haga felices y a las compañías a encontrar el mejor talento