Último tramo del año, promediamos ya el Q4. Los líderes y la mayor parte de los equipos sienten el cansancio, mientras están pensando en organizar los festejos y despedidas de fin de año o en las vacaciones, al mismo tiempo experimentan la presión y necesidad de llegar a los resultados individuales y de equipo proyectados.
En este contexto ¿cómo concentrarse y lograr mantener el enfoque y la motivación por los objetivos en el equipo de trabajo?
Te propongo un plan de 5 pasos
Hacer un análisis detallado del presente: Respondiendo a preguntas como ¿en qué andamos? ¿Cómo vamos en relación a lo proyectado? ¿Qué logros tuvimos? ¿Qué falta todavía? ¿Qué cosas son las que mejor funcionaron hasta el momento? ¿Cuáles no? ¿Qué oportunidades tenemos? ¿Qué depende de nosotros? ¿Contamos con los recursos? ¿Qué necesitamos?
Identificar de todas las metas planeadas originalmente cuáles son las dos o tres de importancia crucial y concentrarse en ellas con el propósito de alcanzar los resultados más relevantes para la organización y el equipo.
Tener metas claras y conocer el punto de partida facilita planear el camino hacia donde queremos ir.
Con las conclusiones del análisis de la situación y teniendo en cuenta las prioridades detectar en qué es más conveniente invertir el tiempo y esfuerzo de cada uno y del equipo para lograr resultados de la forma más efectiva.
¿Cómo hacerlo? A través por ejemplo de una tormenta de ideas, análisis o proyectos en el equipo. Estas actividades mantienen el objetivo a la vista y motivan a las personas a colaborar, involucrarse y comprometerse.
A partir de la lista de acciones construida en el paso anterior elegir las que se consideren las mejores ideas respondiendo a criterios como coherencia con los objetivos, impacto, economía de recursos, innovación, creatividad, etc. y diseñar un plan de acción.
Para cada una de las acciones determinar los pasos a seguir. Asignar las tareas según las competencias y funciones ¿quién va a hacer qué cosa? ¿para cuándo? y elegir las formas de seguimiento.
Empezar la implementación del plan, poniendo en marcha las acciones pensadas permite avanzar, generar nuevas ideas e identificar oportunidades.
Por otra parte entrar en acción aumenta la tranquilidad mientras proporcionalmente disminuye la ansiedad y tensión, y se gana seguridad y confianza.
Prestar atención al feedback respecto a lo realizado permite hacer ajustes, mejora la efectividad y mantiene el foco en el objetivo.
Evaluar periódicamente para conocer ¿Cómo vamos? ¿Qué necesitamos corregir? ¿Cómo seguimos? promueve que los colaboradores rindan cuentas de sus compromisos y genera mejoras en el desempeño.
Reconocer los logros parciales en el cumplimiento de las metas. ¿Qué se logro?¿Cómo estamos progresando? Estimar el avance facilita y aumenta la motivación al conectarse con sensaciones de éxito.
Este ciclo de 5 pasos repite los pasos #2, #3 #4 y #5 hasta alcanzar el resultado permite: