No hay dos oportunidades para dar una primera mala impresión...
¡Llegar a la entrevista es tu primer logro! Implica que superaste el filtrado de los CVs y que cumplís con los requisitos mínimos para que el puesto a cubrir…
Evitá estos errores comunes y no desperdicies esta oportunidad:
Una imagen vale más que mil palabras: aunque te parezca ridículo, la forma de vestirte habla de vos. Tiene que ver con la prolijidad y el aseo personal; no implica ropa nueva o cara, pero no estás en un boliche; no estés mascando chicle y evitá jeans rotos, escotes muy pronunciados, minis o remeras muy cortas; tampoco alpargatas u ojotas si vas a una oficina; no es un solárium ni un gimnasio. El jogging déjalo para correr, no para la entrevista.
La actitud lo es (casi) todo: más allá de tus experiencias y conocimientos técnicos, el entrevistador evalúa actitudes especialmente si es un trabajo para estudiantes o recién graduados. Lo más fácil de aprender es el conocimiento específico, especialmente cuando uno busca un primer trabajo; lo relevante es la actitud para aprender esos conocimientos y cómo enfrentás cada desafío que se te presenta. ¿ves problemas u oportunidades? Mostrar una actitud auténtica, de manera positiva y responsable es fundamental.
Investigá qué es lo que hacen, quién es la competencia y cómo vos podrías contribuir o por qué te interesaría formar parte de esa empresa, no es lo mismo trabajar en una tabacalera o petrolera, que en una Consultora o en Greenpeace.
Si mencionaste que tenés manejo de uno o más idiomas, especialmente el inglés, estate preparado para poder conversar en ese idioma; puede que el entrevistador cambie el idioma en la mitad de la entrevista y te haga dos o tres preguntas para chequear rápidamente si cumplís con el nivel mínimo de idioma requerido; además va a prestar atención a cómo te adaptas a esa situación.
También te están evaluando por lo que no decís y sobre todo por cómo transmitís tu mensaje… Mostrá serenidad. Cuidá tu postura, tus gestos; evitá mover exageradamente las manos cuando hables; apretarte las manos o jugar con un anillo, pulseras o collar, denota ansiedad. Tampoco te vayas al otro lado de estar rígido, no sos un robot sino una persona contando sus experiencias.
Si te preguntan por tus defectos o área de mejora, evitá los clichés de “soy muy perfeccionista” o “soy muy sobre exigente” ya están muy quemados. Aprovechá este momento para usar tu creatividad, sé original, aunque transmitas el mismo mensaje buscá otras maneras de transmitir ese “defecto” disfrazado de virtud y siempre contá un caso concreto real que ejemplifique lo que estás contando.
Evitá hablar mal de tu otras empresas o entrevistas anteriores que hayas tenido y no tuviste respuesta. “Si, siempre dicen que por sí o por no te avisan pero fui a una entrevista en …. y nunca me avisaron…” Lo que decís comunica más de vos que del otro.