¿Alguna vez te sentiste juzgado, menospreciado y aislado en el trabajo? Esto tiene un nombre: mobbing.
El término con raíces darwinianas hace referencia a cómo un grupo de animales actúa en conjunto para atacar a un depredador, y se usó para describir el aislamiento laboral por primera vez en la década de 1980.
Hoy conocemos como mobbing al acoso moral en el trabajo, es decir, una situación en la que un trabajador o grupo de trabajadores realiza acciones violentas psicológicas que atentan contra la dignidad, integridad física o psíquica de una persona. Las víctimas son aisladas, humilladas y amenazadas por el acosador y sus seguidores, y no son capaces de solucionar esta situación.
Dada que la aparición de este ataque puede ser en cualquier momento y se manifiesta de distintas formas según las circunstancias, es común que este fenómeno sea camuflado o interpretado como algo normal dentro del ámbito laboral.
El mobbing tiene como objeto “intimidar y reducir emocional e intelectualmente a la víctima”, lo que a largo plazo genera el abandono voluntario del trabajo, según la Dirección General de Justicia, Registros y Mediación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Esta práctica cada vez más estudiada afecta a hombres y mujeres por igual y no discrimina por jerarquías: los acosadores pueden ser compañeros de trabajo, pero también superiores o subordinados, en cualquier tipo de empresa.
Se pueden tener en cuenta varios identificadores:
El principal síntoma es la ansiedad, que puede evolucionar y causar sentimientos de fracaso, frustración, apatía y baja autoestima.De ser una acción prolongada en el tiempo, la víctima puede tener depresión y llevar la ansiedad a otros aspectos de su vida, generalmente expresada como desmotivación y agresividad.
Las consecuencias del maltrato pueden llegar a varios ámbitos, empezando por el aspecto psicológico de la víctima.
Sin embargo, hay cosas que se pueden hacer para evitarlo o detener el acoso lo antes posible. Aquellos que son víctimas de mobbing, además de documentar todas las agresiones recibidas, debe disminuir el poder del acosador comunicándolo a compañeros, superiores, familiares, etc. Al mismo tiempo, es muy importante buscar ayuda tanto en un entorno personal como profesional. Sin embargo, conocer la problemática, identificar sus síntomas y saber qué hacer ante esta situación es quizá lo más importante que podemos hacer como trabajadores, de todas las edades y en todos los ámbitos.