Quien haya pasado alguna vez por una entrevista de trabajo sabe bien que a veces las emociones pueden jugar una mala pasada al momento de conseguir un trabajo: Los nervios, el miedo, la timidez o la inseguridad son emociones que se manifiestan con frecuencia en una entrevista laboral. Esto se da debido a que la entrevista es percibida como una “evaluación” que se debe aprobar.
En primer lugar es necesario tomar en cuenta que somos seres emocionales y que la emoción siempre va a ser parte de nuestra interpretación de la vida. El objetivo no es suprimir dicha emoción sino cambiar la manera de ver las cosas para liderarlas y lograr mejores resultados.
Si bien la entrevista tiene como uno de sus objetivos “filtrar” a cierto número de candidatos , no sólo debería verse como una evaluación , sino como una oportunidad de mostrar tu valor agregado para le puesto en cuestión.
Los nervios durante una entrevista son normales y pueden disminuir tomando la entrevista como una conversación entre dos personas en la cual el entrevistador quiere llegar a conocer tu perfil lo mas posible y es esa tu oportunidad de demostrarle todo lo que vales. Un entrevistador entrenado generalmente tiene en cuenta que la situación puede causarte cierto nerviosismo y con un poco de viento a favor, intentará hacerte sentir cómodo.
El miedo o la inseguridad al momento de realizar una entrevista pueden superarse con preparación previa. Tomate un tiempo para pensar qué te pueden preguntar o qué te han preguntado en instancias anteriores y cómo puedes mejorar o pulir esas respuestas. Algunas preguntas clásicas pueden ser conocer tus fortalezas, el motivo que te lleva a buscar un cambio de trabajo, expectativas de la posición, entre otras.
Averiguá tanto como puedas sobre el puesto y la empresa a través de la web, las redes sociales, internet. Conocé los requisitos del puesto y pensá cuáles de tus cualidades se ajustan a lo que la empresa necesita.
Preparate para preguntas tales como ¿Por qué te gustaría trabajar con nosotros? Y tené pensado previamente una descripción personal y laboral breve para cuando tengas que presentarte ante el entrevistador o entrevistadores.
Finalmente mi consejo es que tomes cada entrevista como una experiencia de aprendizaje. Más allá del resultado, es importante que no te desanimes y sigas intentando.