Pasamos un promedio de 40 horas semanales en el trabajo, lo que resulta en aproximadamente 1920 horas al año, un equivalente a 80 días. No es extraño entonces que aquello que sucede en el ambiente laboral afecte nuestro ánimo e impacte en nuestra vida. Aún así para muchas personas trabajo y felicidad son dos asuntos separados, hasta contradictorios.
Te propongo las siguientes 10 reglas de oro para que puedas desarrollar tu felicidad en el trabajo:
La buena gestión de tus emociones te da poder sobre ti mismo y control sobre tu respuesta a las circunstancias. Mantener una actitud positiva enfocada en resolver los problemas tiene efectos en tu ánimo y conducta, hace que tomes mejores decisiones y además contagia.
Encuentra desafíos en lo que haces o la forma de hacerlo. Ensaya nuevas maneras de realizar tu tarea, pregunta a personas que valores cómo lo harían e implementa pequeños cambios. Aprender combate el aburrimiento. Mantener la curiosidad hace que te sientas bien, fomenta tu crecimiento, creatividad y mejora tu autoestima.
Usando aquello que sabes y haces bien. Perfeccionándolas y mejorándolas te convertirás en experto en lo que hagas. Desarrollar tus talentos da satisfacción y facilita que disfrutes más tu labor.
Valora el servicio que resulta de tu trabajo para las personas, la comunidad o el ambiente. Busca un propósito importante para ti, tu vida personal o familia para motivarte. El impacto positivo en los demás da trascendencia a tu labor y promueve tu motivación y compromiso.
Colabora a crear un ambiente amable donde interactúes positivamente. Un entorno cordial favorece el desarrollo de tu sentido de pertenencia y disminuye el estrés. Sentir que haces el trabajo junto a personas que aprecias y valoras mejora tu ánimo y bienestar.
Prepárate para cumplirlas partiéndola en pasos pequeños. Reconoce el valor de los logros cotidianos y celebra los pequeños triunfos. Recompensar el camino incide en tu ánimo, refuerza tu motivación y mantiene enfocada tu atención.
Organízalo y ordénalo a tu manera, decóralo con algún detalle que te agrade. Hacerlo facilita tu tarea y te hará sentir comodidad y armonía. El ambiente físico donde trabajes influye en tu ánimo. Se recomienda el cuidado de la iluminación y buena ventilación.
Planifica tu día dando prioridad a las cosas importantes. Determina tiempo sin interrupciones para tareas complejas que requieran de tu atención. El establecer pequeñas pausas durante la jornada ayuda a mejorar tu concentración y atención.
Haz ejercicio y mantén una dieta balanceada, bebe abundante agua. El ejercicio físico es un antidepresivo natural, mejora tu concentración y memoria además hace que te sientas mejor. Además para nutrir tu mente es necesaria la buena nutrición de tu cuerpo.
Trabajar es sólo una parte de tu vida. Ocúpate de mantener y cultivar tus relaciones familiares y amistades, tomarte descansos y vacaciones, hacer actividades que disfrutes, aprender cosas nuevas. Este balance colabora a que estés saludable, te da energía y satisfacción.